No se olviden las cédulas...

Ole

Será, tal vez como ninguno en esta Copa Libertadores, un partido para hombres. Boca se juega la clasificación a la final nada menos que en el mítico Maracaná, ante 100.000 brasileños, y ante un Fluminense que, si bien fue vulnerado en Buenos Aires, demostró contar con jugadores peligrosos y con más roce que los juveniles del Atlas de Miguel Brindisi. Será un partido de ésos en los que la experiencia vale más que el desparpajo. Y por eso a Carlos Ischia ya le está dando vuelta por la cabeza una idea fija: la de apelar a dos de piel curtida como Hugo Ibarra y Fabián Vargas.Al primero le darán fútbol el domingo y al segundo lo guardarán. Todo, claro, en función del miércoles. El Negro, que contra Vélez jugó su tercer partido en el año tras un parate de dos meses por la lesión en la rodilla, quiere jugar 45 minutos contra Arsenal para llegar con más ritmo a la revancha con Fluminense. Y el colombiano, que venía siendo titular en el equipo alternativo que pelea el torneo, esta vez descansará. No sólo para recuperarse de un esguince de tobillo izquierdo, sino también para llegar entero a Brasil: para pasar hay que ganar, empatar 3-3 ó por más goles o terminar 2-2 y vencer en los penales.Los candidatos a dejar sus lugares, entonces, son Jonatan Maidana y Cristian Chávez. De hecho, Ibarra el miércoles ya entró por el central devenido en lateral durante su ausencia. Otro experimentado que pelea por un lugar, aunque corre de atrás por falta de ritmo, es Pablo Ledesma. El cordobés, pieza destacadísima en la Libertadores pasada, también jugó salteado por lesión y está recuperando fútbol en el torneo local.